Nota de: Silvana Carrizo - Purchasing Manager
Planificar un viaje de negocios a un país tan lejano implica preparar una agenda
cuidadosamente elaborada, con múltiples objetivos a lograr y una lista enorme
de actividades que nos proponemos realizar, entre ellas conocer todos los
lugares posibles de ese gigante milenario. Sin embargo no es menos importante, el
aspecto cultural, las costumbres y el idioma.
Nos llevará varios días y un esfuerzo considerable asimilar
y comprender el estado en que China se encuentra hoy, su crecimiento y
el enorme desarrollo manufacturero y económico que este maravilloso país ha sabido adquirir y proyectar de cara
al futuro, por ende no es de extrañar
que esta mejoría sustancial se perciba
en toda la costa este del Mainland y en
las principales ciudades y provincias que como:Shanghái, Nanjing, Xiamen, Guangdong,
Shenzhen y otras. Por eso comenzare describiendo
algunos hechos que impactaron mi apreciación y que comprendí, deben tenerse en cuenta para tender un puente y armonizar las diferencias
culturales con el pueblo chino..
La
infraestructura de sus rutas, autopistas, puentes, puertos, es inmejorable y está
dotada con la más innovadora tecnología en cuanto a señalización y seguridad.
Los medios de transporte son excelentes
y muy económicos, trenes de alta
velocidad que circulan a 450 km/hora y una flota de taxis y autobuses de última generación. Todo maravilloso, pero
no tanto cuando vemos que casi toda la señalización está en idioma mandarín y que
intentar llegar a algún lugar puede resultar una verdadera odisea. Aquí
es cuando prima nuestra creatividad, el idioma de las señas y acordarnos de llevar siempre un
mapa o la dirección traducida por algún gentil recepcionista de hotel.que hable inglés.
Resulta imposible levantar la vista y no admirar las tremendas moles de edificios de entre 50 y 100 pisos que otorganal paisaje un matiz especial y un touch mágico de modernismo sin igual, sobre todo por
las noches cuando los edificios se visten de gala devolviéndonos un espectáculo único de brillantes luces de
colores y carteleras publicitarias animadas que recorren sus muros en toda su
extensión y que pueden divisarse desde los ventanales de los hoteles.
El
llamado “Down Town”, equivale a lo
que conocemos como “el centro comercial” en nuestras ciudades, convirtiéndose en una visita obligada para quienes gustan
del atractivo cosmopolita, con inmensos shopping y galerías subterráneas habilitadas para que los peatones crucen las
grandes avenidas plenas de locales de las más
afamadas marcas internacionales de la moda.
En
cuanto a atractivos turísticos, ¡vaya si los hay! y de los más exóticos, para
todo gusto y elección. Tienen numerosos y grandes parques de diversión con una amplia
variedad temática, dinosaurios,
insectos, flores, plantas, pájaros, fantasías 3D, aguas
danzantes, etc.
En el aspecto culinario, la comida
china es realmente toda una experiencia y nada parecido a lo que hayamos
probado en nuestro país. Más allá de los
mitos en torno a la comida china puedo decirles que los primeros días para una
occidental pueden ser muy difíciles y complicados, hasta para los más audaces
exploradores del mundo culinario. Por suerte todas las ciudades tienen hoy algún restaurante, cafetería o fast food de las grandes cadenas
occidentales, lugares donde podemos recurrir en búsqueda de algún alimento similar
al de nuestro gusto y cuando nuestras expectativas estén agotadas.
Disponen
de una amplia y abundante variedad de platos. Por lo general son complejos en
su elaboración porque demandan distintos tiempos y tipos de cocción, lo cual
merece todo nuestro aprecio, por la atención dedicada. El arroz es como el pan
nuestro de cada día y generalmente beben agua caliente porque sostienen, es bueno
para la salud, la piel y el estómago. La bebida por excelencia es el té verde, de Jazmín
y Oolong. También adoran beber sus vinos
llamados “Jiu”, que proceden del fermento de granos de arroz, con un contenido
de alcohol elevado y se beben a una temperatura de entre 30ºC a 50ºC, en vasos
pequeños.
Transcurridos algunos días y salvando algunas excepciones puedo asegurarles que la comida china
se apreciará, es muy sabrosa y con altos niveles de proteínas. El aspecto de compartir la
comida en los negocios es muy importante para los chinos e incluso es ineludible que antes o
después de un encuentro de trabajo ó negocios, sin excepción nos invitarán a un almuerzo o cena. Llegado este momento
recomiendo aceptar y consentir en degustar una comida oriental, ya que en su mayoría no suelen disfrutar del estilo occidental..
Si
alguien piensa viajar alguna vez a China. debería prepararse leyendo diarios, material sobre su cultura, historia, economía y datos generales de los lugares donde
asistirán. Esto aportará una buena base para generar temas de conversación que
sean agradables. La charla, el
compartir una comida, un té, un paseo constituyen la base para entablar un
vínculo de comunicación en medio de tantas diferencias y por supuesto tendrá un
impacto muy positivo en los negocios,
Cuando el hielo se rompe, es inusitado
y genial lo grato que puede
convertirse ese momento compartido con ellos.
Tener
algunas nociones básicas sobre sus costumbres y cultura contribuyen a afianzar las
relaciones y facilitan notablemente las negociaciones. China es un país al que deberíamos mirar y
prestarle especial atención porque aprender a gestionar nuestras
relaciones comerciales con China implica
un gran desafío que promete mutuos y auspiciosos beneficios.
Es
evidente que China se ha propuesto constituirse en un país próspero, moderno y pujante motivo por el cual proporcionará grandes oportunidades al mundo y nosotros
debemos prepararnos para poder relacionarnos, negociar y comerciar con ellos.
Nota de Silvana Carrizo - Purchasing Manager