martes, 21 de mayo de 2013

China, un gigante desafío

Nota de: Silvana Carrizo - Purchasing Manager

 Planificar un viaje de negocios  a un país tan lejano implica preparar una agenda cuidadosamente elaborada, con múltiples objetivos a lograr y una lista enorme de actividades que nos proponemos realizar, entre ellas conocer todos los lugares posibles de ese gigante milenario. Sin embargo no es menos importante, el aspecto cultural, las costumbres y el idioma. 
Nos llevará varios días y un esfuerzo considerable asimilar  y comprender el estado en que China se encuentra hoy, su crecimiento y el enorme desarrollo manufacturero y económico que este maravilloso  país ha sabido adquirir y proyectar de cara al futuro, por ende no es  de extrañar que esta mejoría sustancial se  perciba en toda la costa este del Mainland  y en las principales ciudades y provincias que como:Shanghái, Nanjing, Xiamen, Guangdong, Shenzhen y otras. Por eso comenzare describiendo algunos hechos que impactaron mi apreciación y que comprendí, deben tenerse en cuenta para tender un puente y armonizar las diferencias culturales con el pueblo chino..

La infraestructura de sus rutas, autopistas, puentes, puertos, es inmejorable y está dotada con la más innovadora tecnología en cuanto a señalización y seguridad. Los medios de transporte  son excelentes y muy económicos,  trenes de alta velocidad que circulan a 450 km/hora y una flota de taxis y autobuses  de última generación. Todo maravilloso, pero no tanto cuando vemos que casi toda la señalización está en idioma mandarín y que intentar llegar a algún lugar puede resultar una verdadera odisea. Aquí es cuando prima nuestra creatividad, el idioma de las señas y acordarnos de llevar siempre un mapa o la dirección  traducida por algún gentil recepcionista de hotel.que hable inglés.

Resulta imposible levantar la vista y no admirar las tremendas moles de  edificios de entre 50 y 100 pisos que otorganal paisaje un matiz especial y un touch mágico de modernismo sin igual, sobre todo por las noches cuando los edificios se visten de gala devolviéndonos un espectáculo único de brillantes luces de colores y carteleras publicitarias animadas que recorren sus muros en toda su extensión y que pueden divisarse desde los ventanales de los hoteles.


El llamado “Down Town”, equivale a lo que  conocemos como “el centro comercial” en nuestras ciudades, convirtiéndose en una visita obligada para quienes gustan del atractivo cosmopolita, con inmensos shopping y galerías subterráneas  habilitadas para que los peatones crucen las grandes avenidas plenas de locales de las más afamadas marcas internacionales de la moda.

En cuanto a atractivos turísticos, ¡vaya si los hay! y de los más exóticos, para todo gusto y elección. Tienen numerosos y grandes parques de diversión con una amplia variedad temática,  dinosaurios, insectos,  flores,  plantas, pájaros, fantasías 3D, aguas danzantes, etc. 


En el aspecto culinario,  la comida china es realmente toda una experiencia y nada parecido a lo que hayamos probado en nuestro país. Más allá de  los mitos  en torno a la comida china  puedo decirles que los primeros días para una occidental pueden ser muy difíciles y complicados, hasta para los más audaces exploradores del mundo culinario.  Por suerte todas las ciudades tienen hoy algún  restaurante, cafetería o fast food de las grandes cadenas occidentales, lugares donde podemos recurrir en búsqueda de algún alimento similar al de nuestro gusto y cuando nuestras expectativas estén agotadas.


Disponen de una amplia y abundante variedad de platos. Por lo general son complejos en su elaboración porque demandan distintos tiempos y tipos de cocción, lo cual merece todo nuestro aprecio, por la atención dedicada. El arroz es como el pan nuestro de cada día y generalmente beben agua caliente porque sostienen, es bueno para la salud, la piel y el estómago. La bebida por excelencia es el té verde, de Jazmín y  Oolong. También adoran beber sus vinos llamados “Jiu”, que proceden del fermento de granos de arroz, con un contenido de alcohol elevado y se beben a una temperatura de entre 30ºC a 50ºC, en vasos pequeños. 


Transcurridos algunos días y salvando algunas excepciones puedo asegurarles que la comida china se apreciará, es muy sabrosa y con altos niveles de proteínas. El aspecto de compartir la comida en los negocios es muy importante para los chinos e incluso es ineludible que antes o después de un encuentro de trabajo ó negocios, sin excepción nos invitarán  a un almuerzo o cena. Llegado este momento recomiendo aceptar y consentir en degustar una comida oriental, ya que en su mayoría no suelen disfrutar del estilo occidental..


Si alguien piensa viajar alguna vez a China. debería prepararse leyendo diarios, material sobre su cultura, historia, economía y  datos generales de los lugares donde asistirán. Esto aportará una buena base para generar temas de conversación que sean agradables.   La charla, el compartir una comida, un té, un paseo constituyen la base para entablar un vínculo de comunicación en medio de tantas diferencias y por supuesto tendrá un impacto muy positivo en los negocios,  Cuando el hielo se rompe, es inusitado  y genial  lo grato que puede convertirse ese momento compartido con ellos.


Tener algunas nociones básicas sobre sus costumbres y cultura contribuyen a afianzar las relaciones y facilitan notablemente las negociaciones.  China es un país al que deberíamos mirar y prestarle especial atención porque aprender a gestionar nuestras relaciones  comerciales con China implica un gran desafío que promete mutuos y auspiciosos beneficios.  


Es evidente que China se ha propuesto constituirse en un país  próspero, moderno y pujante motivo por el cual proporcionará grandes oportunidades al mundo y nosotros debemos prepararnos para poder relacionarnos, negociar y comerciar con ellos.

Nota de Silvana Carrizo - Purchasing Manager

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