Como negar que al comenzar cada año se
renuevan expectativas, anhelos, deseos de alcanzar metas nuevas y renovar
algunas que dejamos perdidas en el camino . Es algo así como reconocer que ya
no podemos mirar atrás y darnos un empujoncito hacia el futuro.
Algo de esto me pasó con una meta que
me había propuesto y que no pude cumplir en el tiempo que había estimado. Se
trata de un emprendimiento de indumentaria para niños y adolescentes que
comenzó a vislumbrar las primeras luces en el 2014 y que había propuesto lanzar
a mediados del 2015.
Por diversas causas, casi siempre
relacionadas a la falta de tiempo, exceso de trabajo me fui retrasando y esto me causó cierta frustración debido a
que ansiaba de verlo nacer y comprobar que tantas horas de esfuerzo en investigación
de mercado, diseño, prototipos y más comenzarían a dar sus frutos.
Fue así que el lanzamiento se retrasó
y me obligaba a esperar una temporada más.
En la industria de la indumentaria todo es veloz y se debe trabajar a contra
reloj, con mucha coordinación y con proveedores que sean excelentes en cumplimiento
y calidad.
Entonces se me presentó la oportunidad de hacer un curso
online en el Columbia Business School
sobre, “New Venture Discovery: From Idea
to Minimal Viable Product”. Al
principio pensé que no me aportaría mucho más que todo lo aprendido, sin
embargo hubo algo que me tenté sobremanera,… y fue la característica del curso;
por un lado podría someter a prueba mi emprendimiento que ya era algo más que
una idea y por el otro, la exigencia de tener que cumplir indefectiblemente con
los objetivos del mismo, tanto en lo teórico como en lo práctico. El curso duró
6 semanas y para avanzar primero debía concluir y aprobar la semana anterior.
Hoy, ya finalizado y aprobado siento una emoción indescriptible,
no solo por el esfuerzo que representó, sino porque aprendí y pude aplicar las
más innovadoras técnicas de desarrollo de emprendimientos incorporando estas
valiosas experiencias que les comparto.
·
Poder
someter a prueba un proyecto muy querido y encontrar que siempre hay una
posibilidad superada.
·
Desarrollar
gran flexibilidad para dar un giro en mi enfoque y encontrar una aplicación superada
que resuelve un dolor y un problema real de mi cliente.
·
Descubrir
que es maravilloso poder pensar siempre hacia adelante con el interrogante de ¿Qué será lo que vendrá? , ¿Cuál es el
próximo desafío?
·
La
riqueza espiritual y conceptual renovada con la que ahora conduzco mi proyecto
hacia su lanzamiento con seguridad y solidez basada en los conocimientos.
·
El
enorme valor del esfuerzo y de auto- desafiarnos porque todo se puede cuando
uno quiere realmente obtener resultados.
Esto es lo que deseaba compartir con
ustedes y alentarlos a que mas allá de tener un trabajo como profesionales
en relación de dependencia, nunca pierdan el deseo y la oportunidad de cumplir sueño, un proyecto, aún a riesgo de tropezar y tener que comenzar de
nuevo; porque es… nuestro.
Gracias
Jack McGourty,
mi profesor durante el curso de Columbia Business School, por su dedicación, conocimientos,
nivel de exigencia y por decirme más de una vez, “stop, and do better”,
Nota
escrita por Silvana Carrizo –Purchasing Manager